Un documental vuelve a poner de actualidad un escándalo político del gobierno de Francisco Camps que Alberto Fabra no parece querer subsanar. El accidente, en 2006, causó 43 muertos y 47 heridos
Protesta de los familiares de las víctimas del accidente. EFE"No se pueden poner en tela de juicio todas las actuaciones que sirvieron para demostrar que lo que sucedió fue un accidente". Con esas palabras, casi 2.500 días después del accidente de metro más grave sucedido en España -costó la vida a 43 personas y dejó heridas a otras 47-, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, trató el pasado jueves de tirar tierra de nuevo sobre el siniestro, la no asunción de cualquier responsabilidad por parte de la Generalitat respecto a lo sucedido y las múltiples irregularidades que rodearon a su investigación.
El motivo, un documental por entregas impulsado por la asociación de víctimas que, recopilando todas las revelaciones periodísticas conocidas desde el trágico suceso, ha puesto de nuevo de manifiesto cómo el gobierno entonces presidido por Francisco Camps conspiró para silenciar la catástrofe; tanto a través de los medios de comunicación bajo su control (Radio Televisión Valenciana), como manipulando los testimonios de la comisión de investigación; e incluso -como han denunciado algunos familiares de los fallecidos- tratando de comprar su silencio a cambio de puestos de trabajo.
Todo esto aparece recogido por ahora en tres vídeos (aparecerán tres más en los próximos meses) que ya han recibido decenas de miles de visitas y que la Asociación Víctimas del Metro 3 de julio (AVM3J) ha ido estrenando mensualmente en su web.
Seguir leyendo en Público
No hay comentarios:
Publicar un comentario